Porrusalda

De paseo por Berlin

BerlinCartel1.jpg

Este fin de semana he visitado Berlin por primera vez y a pesar de la brevedad y de la resaca XXL en el vuelo de vuelta el balance general ha sido muy bueno. La sensación de amplitud al caminar por sus calles ha sido una gran sorpresa: Los edificios son bajos, las calles y plazas muy amplias y es una gozada andar por cualquier sitio y tener tanto cielo a la vista y tan poca gente alrededor. Lo mismo en el metro, agobio cero. La primera noche montamos en un vagón al que le faltaban tres cristales, de modo que podías montar en el convoy a través de la ventana o asomarte una vez en marcha y partirte la cabeza muy facilmente. No debe ser algo habitual ya que a las dos paradas nos desalojaron, pero fué bonito mientras duró. Los estampados de los asientos y los motivos en los vagones de algunos trenes para fliparlo también.

Berlin2.jpg

Es genial el contraste de las calles: En medio de una calle centrica plagada de tiendas de grandes marcas te encuentras con un callejón negrísimo y edificios abandonados y dos minutos después una sinagoga preciosa. O un solar enorme a un minuto de un hotel de clase y enfrente del hotel un edificio extrañisimo (foto superior). En otra zona, tuberías de agua a la vista en medio de la calle, a cinco metros de altura en vez de ir bajo tierra (¿?).
Por pura casualidad pasamos junto a la embajada de los EE.UU, todas las calles de acceso estaban bloqueadas con cilindros de cemento de un metro de alto por un metro de diametro y había simpática POLIZEI en cada cruce, controlando que nadie desenfundara cámaras entre otras cosas. Una de las casetas estaba junto a un edificio abandonado y semi-derruido, el cementazo bloqueando la calle… una estampa de otro tiempo. Pero no hay foto, claro. El tema putas también es curioso: Abrigadas y muy bien vestidas, parece que estén esperando a alguién conocido, al novio que llega tarde… hasta que no ves unas cuantas seguidas o alguíen te lo explica no es fácil de deducir. No pregunté precios.

BerlinCat.jpg

Las birras cojonudas y grandecitas, of course, y no muy caras. La comida rica también, y no encontramos ningún bar / restaurante en el que no se pudiera fumar. Los taxis muy caros y con la tarifa retroproyectada en el espejo retrovisor central… impagable el momento en el que (borrachos) tratamos de preguntarle al taxista como funcionaba aquello, señalando el espejito, y el pobre hombre asustado «¿Esto? Pues la tarifa, lo que teneís que pagar», descojone general… la resaca del día después vino a ser algo así:

berlinresaca.jpg


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.