Día: 7 de julio de 2006
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Páginas arrancadas del diario de un reptil (05)
Cerré los ojos. A estas alturas de la vida jamás habría pensado que un colchón pudiera hacerme tan feliz, tenía las articulaciones desechas. Dormir en la calle envejece a uno, empezaba a darme cuenta. Tumbado sobre el colchón, sintiéndome caer a través de él, las palabras comenzaron a escurrirse hasta dejarme desnudo.